Hoy no quiero esta melancolía
Hoy te siento con no saber qué hacer
No pretendo ser la que te ubique
No quiero dejar de decirte amor
Solo que es tal lo que por ti abrigo
Que me duele, en silencio, el alma desvelada
Sin querer, un manantial cristalino
Se desborda de las cuencas de mis ojos
Como cuando ha llovido en la cabecera de un río.
Y de mi interior sale una pena que no puedo describir
Quizás es la impotencia de no poder alcanzar lo que amo
Puede ser también el saber que camino por senderos sin salida
Y que el laberinto de mis sentimientos ahoga el camino para resurgir
También siento que debes estar solo con tus pensamientos y decisiones
Para que sepas, de una vez por todas, qué es lo que quieres en verdad
Será que llegué a tu vida para reforzar el sendero que crees debes
seguir
O
para mostrarte que por allí no está tu felicidad
En tus ojos navegan mis ilusiones y esperanzas
En tu boca, en tu boca duerme el fuego que enciendes cuando me besas
Ayer hablaste del no apego, hoy te siento revolotear por mi alma
Tratando de posarte en alguna rama de mis sentimientos
Ayer dijiste que se debe obviar los sentimientos mundanos
Hoy abrazas mi yo interno haciéndote más presente que nunca
Es necesario que te encuentres en la Verdad de tu vida
Qué pide, no tu cuerpo sino tu alma
Por qué le niegas a todo tu ser la alegría de sentir y de vivir
Sólo tú podrás solucionar ese vaivén de sentimientos
Que no es conmigo, qué se le va hacer
Sólo quiero que estés claro en lo que sientes
El amor no pone condiciones ni espera nada a cambio
Yo te amo y no sé cómo sacarte de mis adentros
Si me dices que tu camino es ése y que estás seguro de ello
Será suficiente para mí y trataré de verte como un simple amigo.
Solo recuerda que este corazón palpita por el tuyo
Y que para bien o para mal, el que te alejes o no
Ese colibrí revoloteará siempre a tu alrededor
Recordándote que en algún lugar del mundo
Alguien te amo.
Carmen Pacheco
lasculpasylamuertedelamorii@hotmail.com
@Erotismo10
4 de noviembre de 2018