El
velo del recuerdo atiza mi alma.
El
gato ronronea esperando una caricia.
Los
ojos abiertos con la esperanza de ver tu silueta.
La
vida me recuerda que el camino está libre para transitar.
El
sabor de tus labios, aún permanece en mi lengua.
La
picardía de tus ojos mantiene la luz que me guía.
El
movimiento de tus caderas hipnotiza mis consonancias.
El
silencio de tus palabras va ensordeciendo la alcoba.
Todo
fue aprendizaje. Todo vuelve a componerse.
Tu
recuerdo se esfuma dejando pasar los sentimientos nuevos.
El
amor queda pues ha sido un alimento básico para el alma.
Es
el momento de transformarse en lo que debía ser.
Sobrevendrán
nuevas emociones. Nuevas experiencias.
Es
la sal de la vida. Como el mar que besa la arena.
Así
son los buenos amores.
Sólo
el roce de su esencia deja sensaciones sublimes.
Sólo
una caricia sirve para elevarnos y aprender.
La
vida es corta y hay que vivirla
Los
besos van y vienen y hay que disfrutarlos.
Los
abrazos nos dejan ese calor de humanidad.
Siento
que renazco alejándome por entre tus costillas.
Carmen Pacheco
lasculpasylamuertedelamorii@hotmail.com
@Erotismo10
30 de mayo de 2017
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