martes, 10 de enero de 2017

CUAL AVE ENTRE LAS ROSAS...


    
Aquí me encuentro buscando cómo sacarle música a mi letra. Jugo a mi manzana y sonrisa a esa mueca.

Nadie puede decirme cómo se rige un corazón que ha encontrado un asidero, cual horma exacta a mis deseos.



Es como aquella ave que anda errante y de repente consigue un nido y se queda allí tratando de descansar de ese viaje tan fuerte y adolorido.

Es como esa abeja que pierde la dirección y se topa con otro panal repleto de miel, que lo incita a permanecer hundido.



No importa cuán lejano esté el sentimiento.

Si mi alma lo percibe.

Qué se puede esperar si se me ofrece agua dulce y cristalina para calmar años de aridez.



Son cosas que le puede pasar al más pintao y por eso no debe sentirse nadie triste o humillao

Porque al fin y al cabo, el amor está para el que lo necesite, no para el que esté antojao.



Vuelen gaviotas de mi vida

Bailen esa danza de amor indescriptible

Sientan cómo les acarician el alma

Vuelvan a vivir lo imposible.



Regálame un beso de esos labios tentadores.

Quiero tu saliva pecadora.

Siembra en mi vientre muchas rosas.

Vuélvete conquistador sin demora.



Que temblando estoy aquí esperando.

Ese tímido roce de tu boca.

Ansiando que vuelen las mariposas.

Para ver si descansa este vientre que te añora.






Carmen Pacheco

lasculpasylamuertedelamorii@hotmail.com

@Erotismo10

10 de enero de 2017



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