Con el alma en calma,
Con las piezas del corazón
recogidos,
Mando un suspiro al viento
Y espero que traiga de regreso
La esperanza de un te quiero.
Con la paz en mi alma,
Ciento que muy pronto alguien
la acariciará,
Y soltándola, sin temor
alguno,
La sueño volviendo, con la
velocidad de mis deseos.
Con la calma y la paz en mi
alma,
Te mando un beso, envuelto en
música y sonrisas.
Con mi cuerpo, cual lira
musical,
Dejo que la brisa de mis
anhelos,
Toquen una melodía, de
sincero amor por ti.
Te presiento y te siento,
Te palpo con mi mente y
muchas veces vuelves a mi boca,
Como aquel colibrí que
succiona el néctar de la flor,
En delirante frenesí.
Si llegases, cuando yo allá
partido,
No te pongas triste amor,
Vanaglóriate de haber tenido
esta alma en vilo,
Que esperó un roce tuyo
acariciando mi ardiente piel.
Apacible vuelo hacia tu
esencia,
Estoy segura que ya has
pasado muy cerca de mí,
Porque te he sentido, en ese
escalofrío que erizó mi piel.
En esa mirada, que fue muy de
prisa,
Sólo tengo que aguardar, como
hacen los Petirrojos,
La llegada de la primavera.
Por eso, desde este lugar, te
digo que sé que existes,
Y es por eso que mi alma está
en paz y sosegada,
Aunque no haya tocado tus
labios, ni sentido el dulzor de tu saliva. Estoy segura que rondas mi vida.
Paciencia, me digo, el
momento está más cerca que nunca.
Nadie podrá sacarme de este
hermoso trance que existe,
Entre tu alma y la mía.
No importa si no llegas a
tiempo, sé que existes y con eso tengo bastante…
Carmen Pacheco
lasculpasylamuertedelamorii@hotmail.com
@Erotismo10
16 de octubre de 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario