Hoy
preguntaron por ti y me pareció tan extraño.
No había compartido lo nuestro. Era nuestro secreto.
Caminé
sobre los rieles de los recuerdos tratando de regresar algunos momentos que me
hicieran entender la pregunta.
Hoy
preguntaron por ti y noté que ya no estabas a mi lado.
Hoy
preguntaron por ti y tu perfume envolvió mis recuerdos.
Cómo
se dio cuenta que ya no estabas.
Traté
siempre de ser muy cuidadosa. Ni yo sabía de tu ausencia.
Regresé
corriendo a mi casa para veme en el espejo.
Me
revisé por un buen rato y nada extraño apareció.
Mi
cabello estaba igual de revuelto como siempre lo llevaba.
Miré
mi ropa era la misma que acostumbro usar.
Baje
la vista y observé mis zapatos, acompañantes fieles en mis caminatas por los estrechos senderos de la
vida.
Nada
me decía el porqué de la pregunta, hasta que sin darme cuenta, volteé hacia el
comedor y en el vidrio de la copa se reflejaron mis ojos. Allí encontré la
respuesta.
Ellos
estaban tristes. La luz que despedían, se había apagado. Ya no irradiaban amor.
Quise
taparlos con mis manos y éstas ya no volaban al viento.
Las
encontré vacías y sin movimiento.
Ahora
entiendo por qué me preguntaron por ti.
Supusieron la existencia de un mago, el que mantenía la luz en mis ojos y el movimiento de
mis manos, esas, que siempre fueron inquietas cuando estaban junto a tu cuerpo.
Hoy
preguntaron por ti y una lágrima rodó…
Carmen
Pacheco
@Erotismo10
23
de junio de 2017
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