Él,
entre susurros me dijo…
¿Cómo
haces para escribir, cómo lo haces?
Yo
encima de su boca le contesté…
Y
tú ¿Cómo haces para verme de esa forma y que no se muera de ansias una
golondrina en mitad del océano?
Él,
levantando mi blusa comenta…
¿Cómo
haces para sentir el devenir de la vida, sin que se te quiebre una lágrima?
Yo
con mis senos espigado por su manoseo, le respondo…
Y
tú ¿Cómo haces para transmitirme esa energía tan luminaria y que no se enfade un
cocuyo del Waraira Repano?
Y
en ese dime y direte se nos iba la noche, hasta que le recité:
¡Si
lo que quieres es besarme, acorta la distancia que te separa de mi boca y ven,
que estos labios esperan sedientos cual abeja a la miel, la que tanto te
provoca!
Carmen
Pacheco
@Erotismo10
23
de abril de 2017
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