PASIÓN O QUÉ...

 Tus ojos, son los divinos luceros que iluminan el momento, cuando estamos juntos.

Es una mezcla de fascinación y lujuria, lo que de ellos sale, cuando me miran.

Recorres, cada parte de mi cuerpo, con la punta de tus dedos. Acompañados de una ladina mirada provocando el despertar de mis deseos hacia ti. Ya me conoces, mi cuerpo se enciende cuando me miras tan profundamente.

En ese momento, no existen las palabras. La conexión es tan grande, que siento cómo le gritas a mi yo interno todo lo que estás sintiendo y se establece un diálogo, que sólo ambos oímos.

Tu cuerpo se mueve en cámara lenta, no hay prisa estamos haciendo el amor y eso significa que lo que está fuera ha dejado de existir. Nos mecemos en el aire cual caballos salvajes en ese rito de entrega total.

El tiempo transcurre lentamente. Parece caminar en punta de pié. No sé si es que aprovechamos el tiempo o es que de tantas ganas detenemos las agujas del reloj. Sólo existen los besos, como un burbujeo sonoro y explosivo. Si pones atención, te darás cuenta, que están acompasados con tu gemido tenue y profundo haciendo que mis caderas se muevan sobre un pentagrama de notas arrastradas con desenfado.

Tus intenciones las veo muy claras. Pretendes traspasar mis fronteras, queriendo ser parte de mi intimidad más intestina.  

En tu misión conquistadora, no encuentras quien se resista, al contrario mi cuerpo se hace cómplice invitándote al reconocimiento de lo que tanto ansias.

Dijiste Pasión… tienes razón.

Carmen Pacheco

lasculpasylamuertedelamorii@hotmail.com

@Erotismo10

15 de diciembre de 2016