Tus besos parecen el jugueteo
de un colibrí.
Porque despiertas
sentimientos dormidos, desempolvando ganas apaciguadas, que enarbolan banderas
de amor y vida.
Tú jadeo incesante envuelve
mi boca.
Ese sonido explosivo, cuando
nuestras lenguas se encuentran.
Ese mordisco que se conjuga
con las ganas de ser tuya.
Esas manos que se estrujan
contra mis pechos.
Y esa lengua que las acompaña.
Ese quejido de dolor envuelto
en pasión.
En el preciso momento en que
me enganchas con tus dientes.
Mi cuerpo se estremece y es
cuando necesito asirme a tu sudor.
Tus ojos son testigos de ese
delirio.
Cuando graban ese momento de
placer.
Mi alma se deshace en gritos
porque no me sueltes y pueda seguir asida a tu locura.
Mi yo interno vibra con sólo recordar
lo que me hiciste sentir esa noche.
Carmen Pacheco
Lasculpasylamuertedelamorii@hotmail.com
@Erotismo10
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