Una suave melodía se desliza
por mis oídos.
Eres tú, que susurras cosas
lindas en mi membrana.
Tu suave caricia permite que
toda mi esencia de mujer, se vaya colando por entre tus brazos
Sin querer detenerse.
La vibración comienza en ellos
Y rueda por mis hombros
desnudos.
Es tu boca, cual grana, que
deja vagar sus semillas por entre mis senos.
Despiertos han quedado, al
solo soplo de tu murmullo.
Fuertes e inquietos deseos
exigen seguir sintiendo esa melodía que continúa desarenándose por mi vientre.
No pares, prolonga ese soplo
de vida por mi oído
Deja que continúe su camino,
hacia el nido dormido.
Ese que, con calma y añoranza
espera ver germinar tu abrazo íntimo y furtivo.
Sigue en esa maliciosa forma de
despertarme.
No solo acaricias mi cuerpo,
sino que también has entrado en mi alma.
Ya está llegando al final de
su recorrido.
Ya lo siento en mi nidal.
Oh amor de mis amores. Ser
inexistente.
Sabes muy bien cómo traspasar
mis fantasías.
Me llevas al país de las mil
maravillas.
De las mieles y esencias
prometidas.
Llegando, así, a formar parte
de este cuerpo
Que vibra en la distancia.
Sigue, no pares. Susúrrame
esa frase
Que enciende mi alma
llenándola de gracia y delirio.
Y entonces, bien mío
conocerás, al fin, de mis trémulas profundidades.
Carmen Pacheco
lasculpasylamuertedelamorii@hotmail.com
@Erotismo10
2 de noviembre de 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario