Alguna vez
alguien me dijo “Cuando sientas la dicha de ser libre, serás feliz” Cuán sensatas
estuvieron esas palabras.
Nosotros
llegamos a este mundo a aprender, lo que en otro momento no se cumplió.
Lamentablemente
no se nos facilitan recuerdos para poder enmendar el camino trazado
anteriormente. Al contrario, se nos lanza a la vida con la única esperanza de
que hayamos, medio cultivado nuestros corazones y de esa manera poder encontrar
el camino que dejamos truncado e incompleto.
En ocasiones
nos cuesta atender los llamados que se nos hace, pueden ser señales, que se nos
colocan frente a nuestras narices y en otras ocasiones son sensaciones, que nos
advierten qué debemos o no hacer. Es tal nuestro egocentrismo, que creemos ser
quienes direccionamos nuestras vidas y volvemos a caer en el mismo error de
antes. Si le hiciéramos caso a las intuiciones y nos calláramos un poco, seguro
oiríamos más allá de lo que nuestros humanos oídos pueden traducir. Podríamos
oír el caer de una hoja, el ruido que hace la lágrima de un niño, cuando
explota en esos ojos tristes, o la conversación silenciosa de dos amantes en la
distancia, que sin mediar palabras se perciben. También el morir del día y el
sonido del amanecer. De esa forma podríamos encontrar el final del hilo de nuestra
madeja.
La libertad,
qué es ser libre. Muchos pensamos que hablar de libertad es hacer lo que nos
venga en ganas, decir lo que se nos antoje, comer lo que nos gusta, etc. Hoy entendí
que esa no es la verdadera libertad.
Sentada en
el sofá de mi casa, sola y en silencio comprendí que era libre. Mi mente ha
alcanzado un nivel de sosiego y tranquilidad. Está callada y percibiendo el
sonido de la vida.
El movimiento
del mundo lo conozco y muchas veces me aquejan situaciones que en él ocurren
pero no son capaces de espantar la serenidad y cuando eso sobreviene me vuelvo
hacia mí y respiro buscando la tranquilidad y la paz que al fin conseguí.
¿Fácil? No es
fácil. Aún queda mucho trecho que recorrer pero me he impuesto una forma de
vida y me gustaría seguirla para ver hasta dónde me lleva.
Carmen
Pacheco
@Erotismo10
29 de agosto 2017
29 de agosto 2017
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