El suave aroma de tu
alma llega vistiendo mi piel desnuda.
Son hilos de plata, que acarician mis
pechos sumisos.
Rodeando mi cintura e introduciéndose por mi ombligo.
…
Y de repente, un grito áspero y sordo sale de mis murallas
Apenas
construidas y retumba por todo mi cuerpo diciendo
“No
puedo” “No Entiendo” pero son por breves segundos este
Delirio.
Luego vuelve a rodearme ese sentimiento de amor ingenuo
Carmen Pacheco
@Erotismo10
14 de febrero de 2017
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