jueves, 31 de mayo de 2018

DE NIÑA A MUJER…




El camino de la vida se debe recorrer sin apresuramiento
El camino del amor se debe transitar profundamente
Al camino del olvido se le debe purgar de inmediato
Pero el camino a tu encuentro lo debes hacer orando.

En el andar de nuestras vidas encontraremos diversas distracciones
Si nos hubiesen mandado con una guía, bajo el brazo, cuando nacemos
Qué de cosas se evitarían, cuánto dolor nos ahorraríamos
Pero la realidad es otra y en el camino enderezamos las cargas.

Cuando un capullo se vuelve flor
Es la transición más bella y perfecta que existe
Lo mismo pasa cuando una niña se transforma en mujer
Creo que la naturaleza se regocija de placer

A veces no recuerdan haber vivido esa transición de buena manera
Faltaron  corazones que prepararan la adaptación a lo nuevo
La brusquedad del momento, no permitió saborear esa metamorfosis
La mujer afloró, cuando aún la niña permanecía virgen.

Pasa su vida en la espera de su príncipe
La realidad que le tocó en la ruleta de la vida
Deja muy lejos la añoranza de jugar con sus muñecas
Pero la cruel sociedad dicta que debe madurar de inmediato.

Guarda en un desván aquella muñeca de trapo
La que tantas veces la acompañó en esas noches de llanto
Hoy los ojos de tela y aserrín sollozan por estar sola
Mientras la niña acepta su cruel realidad.

Esta mañana amaneció dormida
Nadie la oyó revolotear por entre las flores
Hoy la mujer volvió a su capullo
Fue la niña quién amaneció yerta.





Carmen Pacheco
@Erotismo10
2 de junio de 2018


lunes, 28 de mayo de 2018

CÓMO EXORCIZAR UN BELLO AMOR...



Estamos cansados de oír “El tiempo lo cura todo” pero no nos dicen, cuánto dura ese tiempo. A veces se cruzan en nuestras vidas seres que traen algo que enseñarnos, siempre es así. Nadie se acerca a ti por mera casualidad, según, existen personas, idóneas para mostrarte lo que debes aprender.


En determinados momentos renegamos de tal y cual relación, porque nos resultó con cascos ligeros o es agresivo, mentirosa, inseguro, aburrida, cansón, etc., pero si lo pensamos en frío, esa persona llegó a tu vida para sanar algo, aprender que no eres pera de boxeo, que eres lo máximo, no mejor que los demás pero si eres un ser espléndido que se merece otro tipo de relación.También llegan para que sepas cómo convivir en pareja, cómo ser tolerante, flexible, paciente, en fin, llegan para ENSEÑARNOS que no somos la última Coca-Cola del desierto pero sí muy importantes en este universo. 


Entonces, en esos momentos no valoramos a la persona en cuestión y como no está de acuerdo con lo que cada uno quiere en su vida o creen “saber” lo que necesita en su vida, lo mandamos bien largo a…. la calle, para luego andar rumiando por entre los cuartos, calles, amigos, lo mal que nos fue con esa persona y lo solo que nos sentimos.


Han oído de personas que buscan lo que seguro tienen en sus casas, ese es el síndrome del “Pájaro Azul” No valoran lo que tienen y piensan que el mundo está en el derecho de darles la oportunidad de salir a buscar lo que, según, no le dan en su hogar para luego, al regresar encontrar, que siempre lo ha tenido cerca de ellos o ellas.


Ahora aquellos que no logran sacarse de sus mentes o almas esa relación, que para ell@s era maravillosa, eso es otra cosa. Los amigos te dicen “Piensa las cosas malas que te hizo” ¿y si todo fue bueno? ¿Si se comportó como todo un gentleman en la relación? Si te hizo sentir el ser más especial del mundo con sus atenciones, que gritaban lo maravilloso que se sentía junto a ti. Cómo hacer con este tipo de personas, que aunque el tiempo pasa, no logras exorcizarlo de tu ser y comienzas a preguntarle, -Si sabías que no era para siempre, si sabías que sería un subir a la cima por poco tiempo, si entendías que no sería una relación duradera por qué te comportaste como uno de los mejores amantes, tan perfecto que es difícil olvidarte. Debiste ser un cobarde, un embustero. Por qué me trataste bien y me miraste de esa forma. Esta es la ruptura más difícil porque es la que más cuesta sacudir de tu vida. Aquí el aprendizaje, imagino que es el desapego. Sólo que somos tan occidentales, tan latinos, tan de sangre caliente, que tenemos que llevar un luto largo, tomarnos, una que otra cerveza con los amigos, mientras cantamos alguna de esas canciones para el guayabo y es cuando, quizás, sólo quizás podamos abrir, definitivamente la puerta a ese pasión que se rehúsa a irse de tu piel y ver su espalda cuando se retira de tu vida, entendiendo que no existió tal afecto, sólo un estremecimiento de glándulas, lo demás lo creo tu necesidad de amar.


Es por eso que digo que, mientras esperamos que el tiempo cure las heridas deberíamos interiorizar el por qué nos involucramos con seres que no son los correctos en nuestro día a día. También existe ese otro dicho de que “Un clavo saca otro clavo” pero se convierte en una maraña de sentimientos. Te unes a otra persona, queriendo al anterior, no siendo honesto con ella o él y mucho menos contigo. Así es que seguimos deshojando margaritas mientras llega el o la correcta.


Somos seres de luz y de amor por lo que necesitamos aprender a amarnos a nosotros y luego al que está afuera, si queda algo.


¡Ese fue mi aprendizaje!





Carmen Pacheco
@Erotismo10
28 de mayo de 2018


lunes, 7 de mayo de 2018

FUE MÍA POR SEGUNDOS...




Estoy en la playa junto a unos amigos. Necesitaba darme un respiro del trabajo. Llevamos todo lo que necesitaríamos. La bebida y el hielo, para qué más, si estábamos seguros que encontraríamos la compañía y lo que faltara en ese lugar.

Comenzamos a tomar y contar anécdotas. El lugar estaba concurrido. Los niños corrían delante de unas madres asfixiadas de tanto gritarles. Hombres tratando de esconder la panza cuando aparecía alguna chiquilla. Mujeres maduras, con poco recato y muchas ganas, nos lanzaban miradas lujuriosas, teníamos que voltear para no reírnos en sus caras. En fin que la estábamos pasando muy bien.

Los compañeros se enfrascaron en un juego de barajas y yo sólo quería mirar el horizonte, a ver si me llegaba alguna inspiración divina. El sólo pensarlo me hacía reír pero, con mucha seriedad tomé la actitud severa de un yogi y comencé a meditar. No era fácil pues en mi mente había una cantidad enorme de pensamientos, los cuales no lograba lanzarlos a alguna parte. Era inevitable la comenzó de la la nariz, luego la boca y cuando sentí un tirón en el cuello volteé para flexionar la cabeza. Fue en ese momento en que vi a una mujer hermosa que se venía acercando hacia mí. No estaba muy delgada pero la carne que la conformaba, les aseguro que estaba muy bien proporcionada. Vestía uno de esos bikinis, que pueden llamarse “Etiquetas”. Sus senos grandes traían una danza acompasada de subir y bajar pero sin perder su estabilidad altiva. Sólo eran tapados por una de esas “Etiquetas” en sus espigados pezones.

Quedé con la boca abierta y balanceando la cabeza al ritmo de su caminar, como cuando una serpiente te hipnotiza antes de atacarte, así estaba. Su cabello negro y rizado era como ver la silueta del mar sobre su cabeza. Alborotado y cadencioso, como cuando hay una pequeña tormenta en alta mar. De vez en cuando le tapaba los ojos y parecía como si venía guiñándome un ojo. Sus brazos se balanceaban cual bailarina. Su cintura estrecha permitía ver un piercing brillante en su ombligo, como si fuera el lugar dónde un pirata debería comenzar la búsqueda del tesoro.

Al bajar la vista se me erizó el cuerpo. Tenía unas caderas que se tongoneaban cual palmeras acariciadas por la brisa en plena tempestad. Mi razón se fue al fin del mundo, cuando al estar más cerca de mí pude ver la tercera Etiqueta, que medio cubría la joya más apetecible que jamás hubiese visto. Era una clara invitación a hacerle el amor. Me vi llevándola hacia un lugar apartado para hacerla mía una, dos, muchas veces y así oír su voz en mi oído pidiendo más y más. Hasta me pareció sentir su aliento embriagador sobre mi rostro.

Que desconsuelo sentí, cuando esa Diosa, en su caminar pasó a mi lado, sin siquiera haberme percibido. Yo moría de dolor y angustia, mientras que ella iba a abrazarse con un morenazo que la esperaba tras de mí.

La vida te da sorpresas… Sorpresas te da la vida…



Carmen Pacheco
@Erotismo10
07 de mayo de 2018